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Cuarteto Mandelring

Cuartetos de cuerda

El Cuarteto Mandelring destaca por su expresividad, un sonido extraordinario, homogéneo y transparente y por su firme voluntad de búsqueda de la esencia de la música. La prestigiosa publicación Fono Forum lo considera como uno de los seis mejores cuartetos de cuerda del mundo. Fundado en el año 1983, ganó primeros premios en importantes concursos de música, como el ARD Múnich, Concours International de Quatuor à cordes Evian y el Premio Paolo Borciani en Reggio Emilia.

Desde entonces el Cuarteto Mandelring actúa habitualmente en los principales centros musicales como Viena, París, Londres, Madrid, Nueva York, Los Angeles y Vancouver y realiza giras en Centro- y Suramérica, Oriente Próximo y Asia. En España en 2023 entre otros actúa en el Palacio Real de Madrid, el Palau de la Música de Barcelona, el Festival Musika-Música de Bilbao y en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Sus conciertos en importantes festivales como Lockenhaus, Montpellier, Schleswig-Holstein, Rheingau, Schubertiade Schwarzenberg, George Enescu Bucarest y el Festival de Salzburgo, dejan profundas huellas musicales: «Una experiencia memorable, difícil de repetir» escribió la prensa tras su interpretación del ciclo Shostakóvich en el Festival de Salzburgo.

Numerosos discos y premios demuestran la excepcional calidad y el amplio repertorio del conjunto. La grabación integral de los cuartetos de Shostakóvich, considerada como referencia por reconocidos críticos, y de la obra completa de cámara para cuerdas de Mendelssohn y Brahms han gozado de una gran repercusión internacional. Su publicación discográfica más reciente son dos CDs de repertorio francés con obras de Debussy, Ravel, Fernand de la Tombelle y Jean Rivier, que entre otros han recibido nominaciones al Premio de la Crítica del Disco Alemana y al International Classical Music Award (ICMA).

 

El Cuarteto Mandelring fundó y dirige el festival Hambacher Musikfest en su ciudad de origen Neustadt an der Weinstraße, que desde 1997 cada año reúne a amantes de la música de cámara de todo el mundo. Además, desde 2010 tiene su propio ciclo de conciertos en la Filarmonía de Berlín.

Representación: España / Portugal

Prensa / Cuarteto Mandelring

 

Un Cuarteto Mandelring que ha alcanzado un maravilloso nivel de excelencia a base de una perfecta conjunción y de sonar como un organismo armónico que se mueve con los mismos impulsos. Cada uno de sus integrantes es un soberbio solista, pero cuando tocan juntos se nota una misma respiración y un mismo pulso, una misma idea del sonido, de la articulación y del fraseo. Y una misma pasión a la hora de insuflarle fuerza emotiva a sus interpretaciones. Abordan cada pieza desde su propia individualidad y contexto (…). Sensacional, sin más.
Diario de Sevilla, Andrés Moreno Mengíbar, 13.1.24

En lo que respecta al Cuarteto Mandelring, ya anticipamos que es un conjunto extraordinario, como los de antaño que recordamos, por todo: técnica deslumbrante, afinidad entre sus miembros, plétora de matices, dinámicas, etc. En parte, el hecho de que 3 de los 4 componentes sean hermanos ayuda a ello; pero de igual manera, la elección de un color de predominio brillante en sus instrumentos también los condenaba en bloque. Diríamos que la mano de un solo lutier estaba detrás de su sonido; o, en todo caso, podía ser fruto de una reconducción de los elementos que proporcionaban esa unidad tímbrica al conjunto (cuerdas, resina, barnices, arcos).
ABC, Carlos Tarín, 13.1.24

Los hermanos Schmidt y Andreas Willwohl recalaron por primera vez en nuestra ciudad, abriendo la apabullante programación del Espacio Turina de este año recién estrenado, dejando claro su dominio y magisterio en el difícil ejercicio de la música de cámara y muy en particular de los cuartetos de cámara, buque insignia del género. Haciendo gala de una compenetración extrema, la que hace que la música suene como un todo compacto y a la vez seamos capaces de apreciar cada sonoridad y cada instrumento con una claridad y una transparencia inauditas, los cuatro intérpretes se entregaron en cuerpo y alma (…) Primaron un fraseo preciso, un diálogo fluido y una compenetración extraordinaria.
El Correo de Andalucía, Juan José Roldán, 13.1.24

El motor de cuatro tiempos trabajaría a pleno rendimiento con el Mandelring Quartett (1983) de mecánica más que testada, perfectamente compenetrado, considerado entre los mejores cuartetos del mundo. Calificativos como expresividad, homogeneidad, transparencia y un sonido extraordinario se quedan cortos cuando se les escucha en vivo. Imposible destacar en concreto a sus integrantes porque cada intervención individual es un derroche de musicalidad, las combinaciones son tan empastadas que fluyen entre ellos con la misma sonoridad.
Pablo Álvarez, La Música en Siana, 11.7.23

El Mandelring quiso [el Cuarteto nº 8 de Shostakovich] lleno de matices (extraordinarias progresiones dinámicas por debajo del mezzopiano en el primer movimiento), con una intensidad en los ataques en los dos movimientos rápidos que, siendo suficientemente incisivos, no perdieron nunca la compostura, con un control absoluto sobre una tímbrica más mate que chirriante, acentos más suaves que exuberantes y un equilibrio superlativo, en el que destacó continuamente la nota de elegancia de la viola de Andreas Willwohl.
Pablo J. Vayón, Granada Hoy, 11.7.23

Lo mejor de la noche incomparable del Patio de los Arrayanes llegó en el Octavo cuarteto de Shostakóvich. (…) Los dolores, rabia, penas, asperezas, gritos, heridas y repudio belicista que albergan los cinco movimientos del cuarteto fueron manifestados abrasadoramente por los miembros del Mandelring (los hermanos Schmidt, y el viola Andreas Willwohl). Ni la ‘acústica’ ni nada pudo menguar el torrentoso caudal de vivencias, sensaciones y contrastes con que los cuatro conjuntados artistas berlines dieron vida a este cuarteto pseudo-trágico. 
Justo Romero, beckmesser.com, 12.7.23

La historia de Musika-Música podría escribirse también por los cuartetos que ha acogido desde sus inicios, entre los cuales el Mandelring ocupa un lugar de reservado a los mejores. En el Cuarteto n° 14 en Re menor D 810 mostraron por la vía de la sugerencia y el matiz cuán oscura era la vida de Schubert al componerlo, sin efectismos ni concesiones, tocando con una compenetración admirable (acentuaban con idéntica precisión, los crescendos venían de lejos y los afrontaban conjuntamente, el primer violín dominaba el conjunto pero todo se les escuchaba a los demás) y una elegancia que tomaban prestada de los cuartetos históricos.
Asier Vallejo Ugarte, Scherzo, 7.3.23

De nuevo solo en el escenario, el Mandelring culminó el viaje con el inquietante “Quartetto Serioso” (opus 95) de Beethoven (…). Con el violonchelo llevando la voz cantante, el cuarteto logró un gran equilibrio y una enorme expresividad mientras se alternaban motivos clásicos con armonías rompedoras y tendiendo a la inestabilidad. Cabe destacar que una de las mejores formaciones de cámara del mundo podría perfectamente vivir de renta y dedicarse a tocar con solvencia grandes logros que seguro llenarían las salas. En su lugar, el Mandelring se dedica a comisionar piezas contemporáneas, dar voz a jóvenes valores y promover la reflexión mediante la música. Que por muchos años podamos gozar de esta búsqueda incesante y de este inconformismo.
Meritxell Tena, Núvol, 8.2.23

La doble cita se saldó con un primer concierto del cantante acompañado por el magnífico Mandelring Quartett. El afamado cuarteto aportó madurez y calidad con una especial atención a los detalles y expresividad, como quedó patente en un intenso Cuarteto n. 11 op. 95 de Beethoven, y en el evanescente Post Lucem de Ferran Cruixent, compositor residente esta temporada en el Palau de la Música Catalana.
La Vanguardia, Jordi Maddaleno, 5.2.23

El primer concierto terminó con una interpretación sólida, fundamentada, bellamente áspera, del Cuarteto de cuerda núm. 11, op. 95, «Quartetto serioso» de Beethoven.
Revista Musical Catalana, Xavier Pujol, 4.2.23

Cruixent rinde homenaje desde la vanguardia a Beethoven en esta pieza que el Mandelring Quartett hizo suya con virtuosismo y seguridad (…). El conjunto se mostró igual de poderoso en el Cuarteto para cuerdas nº 11, en fa menor, op. 95 o «Quartetto Serioso» del genio de Bonn, que cerró el programa espléndidamente interpretado.
El Periódico, Pablo Meléndez-Haddad, 3.2.23

«Ciclo Shostakovich del Mandelring: una despedida más allá de lo brillante»
Para reseñar un concierto tan bello como el de ayer tenemos que evitar calificativos y descripciones de los otros tres, pero son inevitables sus resonancias. (…) El violonchelista Bernhard Schmidt expresó la satisfacción de todo el cuarteto por haber concluido con bien esta misión que, si no imposible, sí parecía difícil de llevar a cabo cuando comenzó en diciembre de 2020. El público tributó a estas palabras y al cuarteto una ovación muy sentida.
Scherzo, Santiago Martín Bermúdez, 10.05.21

Para un grupo virtuoso como el Mandelring, un cuarteto como el Número once es una prueba y la gran oportunidad de mostrar su versatilidad, su capacidad expresiva en el enfrentamiento de maneras de decir, en secuencia, lo distinto y lo opuesto. (…) el Manderling echaba chispas, auténtico fuego; y en las dos ocasiones (que no fueron únicas) el auge musical, el pico sonoro y dramático se había motivado mediante tensiones anteriores, y era el momento en que la agrupación se preparaba para esas calmas nuevas, tensas calmas. (…) La belleza de ese retrato del Mandelring nos entusiasma, tal vez porque (si no recuerdo mal la cita de Ghelderode) «el secreto del arte, de todo arte, es la crueldad».
Scherzo, Santiago Martín Bermúdez, 12.4.21

La calidad del cuarteto Mandelring es tal que su sonido y su interpretación carece de fisuras, su línea interpretativa se mantiene inalterable y su personalidad resulta tan homogénea que no importa si vienen de realizar una gira internacional extenuante o han pasado meses sin tocar en público.
Ritmo, Blanca Gutiérrez, 11.3.21

Las interpretaciones fueron, como en diciembre, de lujo, pero ese lujo se traduce en un tipo de poética sonora muy propia de este conjunto. La acritud se une en el Mandelring a la luminosidad. 
Scherzo, Santiago Martín Bermúdez, 8.3.21

Y personalidad tiene el Cuarteto Mandelring para repartir a manos llenas. Abordan un Shostakovich rugiente en ocasiones, descarnado otras, lírico en esos solos de cada instrumento que semejan casi arias en estas obras corales. Enfatizan en todo momento la modernidad de un compositor que escribía para sí mismo. (…) No se trata en este caso, de personalismos sin fundamento, sino de una manera de trabajar que surge del convencimiento. Lo que se traduce en una interpretación homogénea, coherente y rigurosa, que fue recibida con calurosos y merecidos aplausos en esta primera cita madrileña.
Ritmo, Blanca Gutiérrez, 23.12.20

El compositor permite que todos los instrumentos tengan algún momento de canto, por mucho que ese canto nunca sea gozoso, y en medio del viaje a veces estremecedor oímos la clara voz de la viola de Andreas Willwohl, o las líneas nítidas, o nerviosas, o plenamente cantábile de Sebastian y Nanette Schmidt. Y Bernhard Schmidt, el tercero de los hermanos de ese cuarteto virtuoso, también canta sus solos en la voz casi nunca demasiado grave del violonchelo. 
Scherzo, Santiago Martín Bermúdez, 22.12.20

Los intérpretes resultaron de unos feroces calidad y arrebato interpretativo. La tersura que se oyó en un cuarteto para arcos de Mendelssohn, el sensualismo algo visionario de Clarke con el espléndido Andreas Willwohl en la viola, la intimidad bordada con colores de pastel apta al piano de Fanny, culminaron en el quinteto de Korngold. En él la sonoridad creció hasta parecer sinfónica, el conjunto funcionó como una máquina infalible, cada individuo, en su momento, brilló como virtuoso (…). 
Scherzo, Blas Matamoro, 02/17

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